Alergias e Intolerancias Alimentarias

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Procesos alérgicos controlados por el sistema inmune y que producen anticuerpos contra los alimentos; e intolerancias, más difíciles de detectar.

En lo que respecta a los alimentos podemos encontrar dos tipos de respuesta distinta frente a ellos:

Por un lado tenemos las alergias alimentarias.

Se trata de un proceso alérgico controlado por el sistema inmune y en el que se producen anticuerpos IgE frente a la proteína del alimento.

Este proceso se manifiesta con una reacción causa-efecto rápida, justo después de ingerir el alimento se observan los efectos adversos que pueden ir desde la urticaria y las diarreas hasta cuadros agudos que dificulten la respiración.

Por otro lado, tenemos las intolerancias alimentarias. Este proceso es más difícil de detectar, sus manifestaciones suelen ser menos claras y más difícil de intuir. Esto se debe principalmente a que los efectos adversos se pueden sentir hasta 48 horas después de haber ingerido el alimento, por lo que muchas veces es difícil relacionarlos.

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Nuestro organismo puede responder de forma anormal frente a determinados alimentos; los síntomas que se han podido relacionar con fenómenos de intolerancia alimentaria son los siguientes:

• Síntomas gastrointestinales (50%): Dolores abdominales, estreñimiento crónico, diarrea, flatulencia, indigestión, cólicos, síndrome del colon irritable. Es la patología que más induce a pensar en una intolerancia alimentaria por lo que puede ser aconsejable realizar el test ante una patología digestiva poco definida etiológicamente.

• Síntomas dermatológicos (16%): Acné, eczema, psoriais, enrojecimiento cutáneo.

• Síntomas neurológicos: (10%): Dolor de cabeza, migraña, mareo, vértigos.

• Síntomas respiratorios: (10%): Asma, congestión nasal, rinitis.

• Síntomas psicológicos (11%): Ansiedad, letargia, depresión, fatiga, náuseas, hiperactividad.

• Otros: artritis, mialgias, altralgias.

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En personas con obesidad, que no responden a los tratamientos habituales de adelgazamiento, se han experimentado pérdidas de peso al eliminar de la dieta alimentos frente a los que se presentaba una sensibilidad. Su explicación está científicamente probada. Por tal motivo el Test de Intolerancia Alimentaria está muy indicado, como prueba a incluir en las exploraciones clínicas habituales, previas a la instauración de una dieta encaminada a tratar la obesidad.

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Se han encontrado mejorías entre el 50% y el 75% de los casos, que han cumplido la dieta establecida por su nutricionista, suprimiendo los alimentos que a través de los análisis se han mostrado menos recomendados. En general, la mejoría se percibe alrededor de los 20-60 días de haber instaurado la dieta adecuada.

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Se trata por tanto, de una opción importante a tener en cuenta cuando se sufre alguno de los síntomas relacionados con intolerancias alimentarias y que pueden mejorarse simplemente eliminando determinados alimentos.

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​Pruebas de Intolerancias Alimentarias

 

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Test aliento Intolerancias a Azúcares

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Molestias digestivas e intolerancias a azúcares

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Hinchazón abdominal, malas digestiones, pesadez después de comer, gases, diarreas frecuentes,… ¿Te sientes identificado con estos síntomas? Las molestias digestivas debido a las intolerancias a azúcares constituyen una dolencia común y extendida en la población.

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Se deben a la incapacidad por parte de nuestro sistema digestivo para asimilar algún azúcar, por lo que al llegar al intestino grueso son metabolizados por las bacterias de la flora intestinal y producen una serie de gases que son los responsables de estas dolencias.

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Entre estos azúcares, el que más habitualmente ocasiona problemas digestivos es la lactosa, presente en alimentos derivados de la leche, pero también existe intolerancia a la fructosa, el sorbitol o la sacarosa, que pueden encontrarse en frutas, verduras, algas, etc.

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Otra patología con síntomas similares a estas intolerancias es el sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado. El lugar habitual en el que habitan las bacterias en nuestro tracto digestivo es el intestino grueso, pero por diversos motivos, éstas pueden colonizar parte del intestino delgado. Para resolver este tipo de problemas suele ser necesario un tratamiento antibiótico.

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Ante estas situaciones, lo más recomendable es ponerse en manos de un especialista en aparato digestivo, que será el responsable de diagnosticar y tratar la enfermedad detectada en cada caso.

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